(Katherine Torres).-El dirigente de la oposición, Danny Ramírez, declaró que la gobernación del estado Táchira, dejó en abandono las obras ornamentales ejecutadas en el año 2014 y que ahora sirven como criaderos de zancudos.
“Vielma Mora con el fin de gastar cientos de millones de bolívares asignadas por el gobierno nacional, para tratar de ocultar los efectos de las protestas del 2014, se inventó obras expeditas disque para embellecer la ciudad, pero a la fecha del 2016, se convirtieron en criaderos de zancudos y centros de proliferación de enfermedades”, dijo.
Detalló como ejemplo la fuente del Obelisco de Los Italianos, donde, según dijo, hay agua estancada que contribuye a la cria del mosquito patas blancas trasmisor del dengue y otras enfermedades como chikungunya y zika.
En la misma situación se encuentra el “Monumento a la Paz” ubicado en la avenida Carabobo, denominado así por algunos como “Plaza Daniel Tinoco”, “donde los vecinos tienen meses denunciando el criadero de zancudos en que se ha convertido esta obra del gobierno regional”, agregó.
Ramírez rechazó que en esta última obra, supuestamente la constructora no cumplió con las conexiones eléctricas de forma correcta y por ello, se dañaron artefactos debido a algunos cortes de energías en la zona.
Al parecer, la obra de la avioneta en la Avenida Antonio José de Sucre, de acuerdo con el dirigente, estaría en las mismas condiciones de abandono donde la maleza y la basura están como adorno, además de atraer antisociales y animales de todo tipo.
“Cabe destacar que los insignes constructores de estas obras son presuntos enchufados del capitán pimentón, sobrenombre que le ha colocado el pueblo tachirense a Vielma Mora, por su vinculación con una serie de negocios y ventas de alimentos y productos”, expresó.
Exhortó al gobernador del Táchira, José Vielma Mora, a rendir cuentas de lo invertido en las obras y la evidente falta de mantenimiento en las mismas.
“¿Qué pasa con el buen funcionamiento de estas obras ornamentales que se hicieron a elevadísimos costos y que hoy se encuentran en total abandono?. ¿Dónde queda la contraloría social de quienes están en la obligación de velar por la preservación y uso debido de los recursos del Estado. ¿Es que acaso lo único que importaba era justificar el gasto de esos recursos sin pensar en el mantenimiento y en la necesidades prioritarias de la población?”, cuestionó Ramírez.